De la violencia injustificada contra los indígenas: un camino hacia nuestra actualidad

    Este breve texto tratará principalmente de la violencia hacia las comunidades indígenas, la cual se puede ver retratada en la Controversia de Ginés de Sepúlveda y Fray Bartolomé de las Casas, y también se incluirán algunas comparaciones con la actualidad y otros eventos de la historia que han sido retratados en la película Cabeza de Vaca. 

    Para comenzar, la ya mencionada controversia se considera como el primer debate serio sobre los derechos humanos de la historia. Sin embargo, a pesar de ser un “debate” no fue una sesión donde se contradecían puntos uno al otro en el mismo momento, sino que fueron dos sesiones, en cada una de ellas habló uno de los “debatientes”, por lo que hubo ventaja del lado de Las Casas al saber todo lo que dijo Ginés de Sepúlveda en la primera sesión, mientras que este no tenía más que las ideas leídas de las obras de Fray Bartolomé de Las Casas. De cualquier manera, lo importante para este texto serán las ideas y los argumentos de Las Casas. 

    Me cuesta entender (como persona del siglo XXI) cómo es posible tener que debatir sobre la existencia de los derechos humanos aplicados a todas las personas. A pesar de ello, entiendo que al nacer en un mundo donde ya tienen hechas las reglas de mundo establecidas y se cree que hay personas superiores a otras, es difícil hacer un cambio tan grande de una manera tan repentina. Las Casas dio uno de los primeros pasos y de cierta manera se le considera como un héroe, aunque realmente todavía tenía puntos cuestionables. 

    Fray Bartolomé de Las Casas decía que el sometimiento contra los indígenas no tenía derecho, él pensaba que los españoles/conquistadores tenían que seguir ciertas circunstancias para que pudieran ser sometidos, de modo que igual era permitido a sus ojos ese sometimiento, solo habían “pasos” primero para darles la oportunidad a los indígenas de hacer lo que los españoles querían. Era un “no hay que ser tan malos desde el principio, pero igual podemos usar esa violencia si no hacen lo que queremos (al volverse cristianos, por ejemplo), y está justificado”. Siguiendo con esta idea, Carlos V cambia las leyes en 1556 de manera que se debe utilizar menos violencia en las conquistas por parte de los españoles. Aparte de ello, dio una orden para hacer revisión de las razones por las cuales estaban en cautiverio algunas personas indígenas, para anular a quienes consideraba que estaban injustamente en cautiverio y liberarlos, y solo dejar a las personas que hubiesen cometido actos que se consideraban indebidos. De modo que la idea de Carlos V es la misma idea de Las Casas; “los podemos conquistar pero sin ser tan violentos”. Sigue existiendo esa superioridad, pero lavando un poco el cargo de conciencia y moral, al tratarlos un poco menos mal. 

    En la película “Cabeza de Vaca” se ven estas mismas impresiones; intenciones del cambio y miedo del mismo, se ve también esta evolución de considerar a los indígenas como otredad y luego ir empatizando con ellos, irlos “humanizando” a sus ojos, teniendo un trato más igualitario de cierta manera. Los hechos de la controversia entre Sepúlveda-Las Casas y de la vida de Cabeza de Vaca ocurren en la misma época, cerca del año 1551, por lo que tiene sentido que ambos estén en ese proceso de cambio de ideas sobre los indígenas, pero sin llegar a tener un cambio tan completo. Es controversial para su época, y es menos que lo mínimo para la nuestra.   

    Todo lo anterior, es parte de los acontecimientos que nos llevan hasta acá, hasta la historia que vivimos en nuestra realidad en el siglo XXI. Aunque en nuestra actualidad no existe (o quizás sí, pero no es tan conocida, y ahora sí es considerada ilegal) la esclavitud, sigue existiendo la otredad con varias minorías, en especial siendo los indígenas los “otros”. Parece que los avances que se han hecho son mínimos en estos quinientos años que han pasado desde ese primer debate entre Sepúlveda y De Las Casas y desde las experiencias de Cabeza de Vaca. Y en sí, es sorprendente que la humanidad se haya tomado 1550 años en siquiera analizar si todas las personas tenemos los mismos derechos. Hay comunidades, en general, pero no somos una sola comunidad. No somos todos iguales en oportunidades o derechos (a los ojos de la ley, sí, pero en la realidad, no). A lo largo de la historia, se ha justificado la violencia y la marginación contra las comunidades indígenas. Y ahora lo tenemos normalizado hasta cierto punto. Hay pocos espacios para que se pueda llegar a desarrollar la cultura indígena de cada comunidad, no se enseñan sus distintos idiomas en los colegios o escuelas, y eso también es violencia, siguen siendo reprimidos, siguen sin ser libres. Se “justifica” (o se ha justificado a lo largo de nuestra historia) al decir que es porque son minoría. Pero si son minoría es porque no se les ha permitido crecer, y aún no se les permite tener esos espacios para que puedan desarrollarse. Y, aparte, el hecho de que sean minoría en cantidad no significa que tengan menor validez comparado con mayorías como los españoles, no significa que no tengan necesidades de espacios culturales, ni que no tengan derechos, ni significa que sea válido despreciarlos y maltratarlos como ha sido hecho a lo largo de toda la historia.

Comentarios

  1. Interesante aproximación y apreciación del debate Las Casas - Sepúlveda, su fondo y su actualidad.

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