"La Encrucijada Ética: Reflexiones sobre la Defensa del Débil"

Anelisse Perdomo

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En retrospectiva a la Película *La Misión*

"La Encrucijada Ética: Reflexiones sobre la Defensa del Débil"

 

En la experiencia cinematográfica de "La Misión", dirigida por Roland Joffé y estrenada en 1986, ganadora de premio BAFTA 1987, Palma de Oro 1986, premio César 1987, premio Oscar a la mejor fotografía en 1987,  nos sumerge en la América del Sur del siglo XVIII, específicamente 1750, en la inhóspita región de las cataratas de Iguazú. La película nos presenta una misión jesuita como un símbolo de esperanza y resistencia en medio de un entorno marcado por la violencia y la opresión.

Decidí explorar un tema filosófico no abordado en clase, por medio de los personajes de Gabriel: el jesuita interpretado  por Jeremy Irons, de mirada penetrante, aparentemente sereno en su expresión facial y su lenguaje muestran humanidad en los desafíos morales y políticos que enfrenta. Y de Rodrigo Mendoza, interpretado por Robert de Niro, un cazador de esclavos y mercenario que por sentimientos de ira, mata a su hermano y busca redimirse a través de su conversión al cristianismo y su participación en la misión jesuita en Sudamérica. De Niro nos muestra a un hombre marcado por la violencia, su actuación es intensa, capturando la complejidad del personaje. A medida que la historia avanza a una transformación, siendo nombrado sacerdote, desarrollando un compromiso con la misión y su disposición de sacrificar todo por ella.

En la película se encuentran en una divergencia en sus enfoques para proteger su causa y surge la pregunta : ¿Qué motivó a cada uno de los personajes a tomar caminos diferentes para proteger la misión?

Al reflexionar sinceramente sobre esta pregunta, surge un dilema ético que plantea dos caminos diferentes: ¿deberíamos ser como el jesuita obediente al amor al prójimo por encima de todo, o como el jesuita rebelde que emplea la fuerza y astucia para defender al pueblo guaraní de los esclavistas?

Al contemplar las acciones de Rodrigo y Gabriel, sus miradas antes de morir revelan contrastes significativos. Rodrigo parece pausado, observando cómo caen sus protegidos, con su último pensamiento posiblemente dirigido a Gabriel y su fe diferente. Gabriel, por otro lado, acepta su destino con serenidad, manteniendo su mirada en su Señor hasta el final.

Este dilema plantea interrogantes sobre el papel de la fe, la ética y la responsabilidad en situaciones extremas de injusticia y opresión. Cada individuo se enfrenta a su propio camino y debe decidir cómo responder según sus convicciones más profundas.

Ubicándonos del lado de Gabriel podríamos citar a la ética kantiana con el imperativo categórico que establece que debemos actuar de manera que podamos desear que nuestra máxima se convierta en una ley universal. En este sentido, si Gabriel actúa de acuerdo a  su conciencia y sus convicciones sobre lo que es correcto y justo, estaría actuando de acuerdo con un principio moral que podría ser universal. Esto le va muy mal a Rodrigo ya que desde la perspectiva kantiana diría que las acciones violentas de Rodrigo, aunque motivadas por la defensa de los guaraníes, podrían ser problemáticas si violan el principio de respeto por la humanidad en sí misma. Kant podría argumentar que recurrir a la violencia, incluso en defensa de otros, socava la dignidad humana y podría ser incompatible con el imperativo categórico.

Entonces, ¿quien defiende la postura de Rodrigo? Un filósofo que podría defender las acciones de Rodrigo, es nada más y nada menos que Nietzsche. Según Nietzsche, la voluntad de poder es el impulso fundamental detrás de todas las acciones humanas. Desde esta perspectiva, él podría interpretar las acciones de Rodrigo como una expresión de su voluntad de poder y su deseo de afirmarse a sí mismo y sus valores frente a las fuerzas opresivas que intentan dominar a los guaraníes.

En el supuesto que estuviéramos en un debate determinar quién "gana" en un debate entre Gabriel con una teoría kantiana y Rodrigo con una teoría de Nietzsche es subjetivo y dependerá de varios factores, incluidos los criterios utilizados para evaluar el debate y las preferencias individuales de los espectadores o participantes.

Buscando a referentes más contemporáneos  buscadores de justicia, y con un propósito de suavizar posturas nos encontramos con citas poderosas sobre la defensa del débil, en pleno siglo XX. Comenzando por Gandhi que nos  recuerda que la verdadera medida de una sociedad radica en cómo trata a sus miembros más vulnerables, mientras que Martin Luther King Jr. advierte que la injusticia en cualquier lugar amenaza la justicia en todas partes. Einstein señala que en un mundo cruel, la compasión es revolucionaria, y el Papa Juan Pablo II sostiene que la verdadera libertad se encuentra en el respeto y protección de los derechos de los más débiles entre nosotros.

La combinación de estas palabras de líderes resalta la importancia de la justicia, la compasión y la protección de los vulnerables. Nos insta a reflexionar sobre nuestra humanidad y responsabilidad hacia los demás. La injusticia amenaza la justicia en todas partes, mientras que la compasión se convierte en un poderoso agente de cambio. La verdadera libertad reside en garantizar la protección de los más débiles

Este dilema ético nos desafía a reflexionar sobre nuestros propios valores, creencias y convicciones, recordándonos que en momentos de injusticia muchas veces nos equivocamos por estar en distintos bandos, intereses o circunstancias de la vida, cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de actuar de acuerdo con lo que consideramos justo y moral.

 


Comentarios

  1. Buen intento de aplicación de consignas filosóficas y de líderes reconocidos para la dilucidación del bien o la justicia de las posiciones de los padres Gabriel y Rodrigo.

    Un par de precisiones: la máxima kantiana sobre la dignidad intrínseca del ser humana dicta que no se le debe tratar meramente como medio, sino como fin; por su parte, el concepto de la voluntad de poder no es máxima de conducta general sino solo para quienes han dejado atrás todo convencionalismo y se atreven a ir más allá de la humanidad, como quiera que esta haya sido concebida. De manera que bajo la máxima kantiana bien puede caber algún tipo de argumentación a favor de Rodrigo, quien defiende a la comunidad guaraní de ser esclavizada, es decir, de ser considerada como mera fuerza laboral, fuente de riqueza en disputa . También podría argumentarse lo que Gabriel y su grupo hacen puede calificar con una cierta superación de la humanidad, como aconseja Nietzsche... Igual, los dos serían derrotados por un poder que la modernidad entera concibe como irrefrenable.

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