Perspectivas históricas: el legado colonial y la resistencia indígena 

El origen de lo que conocemos como Latinoamérica en la actualidad es el resultado de actos inhumanos y descarados. Para nadie es un secreto que la historia de este “origen” ha sido manipulada por aquellos que tienen más poder, ya sea por simple soberbia o cierta ignorancia. Una ignorancia que muchos no están dispuestos a reconocer. Claramente no se puede culpar de manera tan cruel a los que escribieron esta aventura, ya que la única manera en la que se podía dar a conocer el “Nuevo Mundo” asertivamente era entendiendo las lenguas de los habitantes de aquellas tierras. Algo que no era una tarea fácil y menos en aquella época, supuestamente. Tampoco es que trate de defenderlos, ya que, a pesar de tener sus dificultades, quedaba en la voluntad de esas personas el aventurarse completamente en aquel mundo. Pero no se vio como una necesidad y, a mi parecer, para ellos fue una manera de evitarse complicaciones.  Además, sus intenciones estaban claras, no pretendían establecer alguna relación amistosa o algo que se le pareciera. Solo hicieron todo lo que estaba al alcance de su poder, construyendo todo lo que hemos conocido hasta ahora.

Existen distintas versiones de cómo pasaron estos acontecimientos, claramente, ya que se vieron involucradas personas con diferentes culturas. Estas versiones se dividen en aquellos que llegaron a invadir las tierras y destruir todo lo que se conocía. Por otra parte, están los que tuvieron que adaptarse a las nuevas leyes, y, por último, están los que siguieron con sus culturas y creencias; aunque lastimosamente son la minoría. El objetivo de esta especie de “ensayo” es presentar la dualidad entre lo que se ha escuchado de las dos versiones que conocemos, tanto la de los conquistados como la de los conquistadores, al igual de sorprendentes declaraciones por parte de una minoría occidental de aquella época.

Para empezar, hablaré un poco sobre lo que se sabe de las culturas mayas, tomando como referencia el Popol Wuj. Se conoce a este libro como la recopilación de narraciones míticas e históricas del pueblo maya k’iche’, el pueblo con mayor cantidad de población en Guatemala. Según Sam Colop, el Popol Wuj es la esencia de los k’iche’, ya que es el libro más importante, o conocido, para tener un mayor acercamiento a las creencias de este pueblo. El significado del nombre del título puede ser traducido como “el libro del común”, “el libro del pueblo” o “el libro del consejo”, haciendo referencia a la importancia que representa su contenido histórico. Algo característico y que puede llegar a ser confuso, es que el Popol Wuj no es lineal en su narración, pues se llega a hablar de ciertos personajes de los cuales no se sabe su procedencia.

Lo más destacable acerca de la mitología k’iche’, se podría decir, son los “dioses”, ya que no tenían la misma concepción que tenemos de ellos ahora. Para empezar, ni siquiera se consideraban dioses como tal, sino como entes o seres que tenían cierto poder. Algo muy distinto para la cultura cristiana, ya que para ellos no era correcta la idea de una múltiple cantidad de dioses, y menos que no fueran entes totalmente poderosos. Algo similar sucedía con los pueblos de México y la comunidad incaica del Perú, ya que eran criticados por la misma razón, aunque en el caso de los incas hubo un malentendido por parte de los españoles acerca de la cantidad de dioses en su cultura, ya que el lenguaje era complicado y no se distinguían los distintos significados que tenía una sola palabra.

Por otro lado, se hacen presentes las ideas filosóficas de los pueblos indígenas, que realmente es un nombre que se le ha impuesto debido a la influencia occidental. Se le llamaba así a la acción de pensar y de promover los conocimientos de aquella cultura, pues para ellos no era filosofía, solamente era adquirir saberes y ponerlos en práctica. Por ejemplo, la filosofía Nauhatl, que era un pensamiento que le daba importancia a la naturaleza que además están confirmados con hechos históricos. Su saber filosófico se caracterizaba por su complejidad lingüística y la creación de palabras, además se basaba en la búsqueda de lo racional y de la verdad al igual que de enseñanzas morales. Estos conocimientos se plasmaban en poemas, pinturas y cantos, y de esta manera se transmitía la información de una manera más fácil. Por lo que abarcaban los temas y por la manera en la que quedaban registradas, podría decirse que estos conocimientos era filosofía, o considerarse como esta, pero es complicado afirmarlo o negarlo porque la filosofía no es fácil de definir para algunos (por no decir que para mí lo es).

Con todo esto, puede verse que la comunidad indígena sufrió, y sigue sufriendo, una cierta censura por la parte occidental y de la gran influencia que ha afectado a los que también son hijos de los indígenas. Digo esto porque puede verse en la actualidad las consecuencias de actos que pasaron hace mucho tiempo, como ciertos tratos y pensamientos que se tiene sobre este grupo de personas, sus creencias y tradiciones, e incluso su lengua. Por esto comenzaré a hablar acerca de algunas ideas conquistadoras y dar a conocer el contraste que hay entre las distintas versiones.

Como bien se sabe, la ideología de los conquistadores era dominar las tierras del ahora continente americano y evangelizar a los habitantes de aquellos pueblos. Cosa que analizándola a profundidad era más un acto, para ellos, de salvación, ya que querían que los indígenas siguieran su mismo camino de bien. Todo esto puede verse como una buena intención a simple vista, pero que al conocer los métodos en los que se llevaron estos propósitos es cuando es hora de ser críticos y no quedarnos con solo una versión de la historia.

Un ejemplo de esto es, además de todos los que participaron en la invasión, es Juan Ginés de Sepúlveda, un sacerdote católico español de la época de la conquista. Él pensaba que tanto la invasión como la guerra estaban completamente justificadas, ya que pensaba que era necesario que los indígenas debían ser salvados porque sus creencias y tradiciones eran actividades inhumanas. Debido a esto llegó a la conclusión de que si los indígenas mostraban resistencia era razonable usar la fuerza contra ellos. Este pensamiento solo demuestra mi propia conclusión y perspectiva ante todos aquellos que pensaban igual a este señor: un problema de egocentrismo y poca tolerancia debido a la supuesta superioridad que ellos mismo autoproclamaron. Un problema que sigue vigente, no a tantos extremos, pero con los mismos ideales basadas en la repugnancia hacia los indígenas.

En contraste de esto, y para sorpresa de muchos (yo), está Fray Bartolomé de Las Casas, que fue un sacerdote español y testigo de lo sucedido en la conquista. Al contrario de Sepúlveda, Bartolomé fue consciente de lo que estaba presenciando, por lo que pensaba diferente a la mayoría de personas en aquella situación. Claramente Sepúlveda no estaba de acuerdo con esto y criticó este pensamiento, ya que el decía que hay personas para conquistar y personas para ser conquistadas. Podría decirse Bartolomé de Las Casas tuvo un pensamiento revolucionario y controversial para esa época, algo que algunos europeos imitan hoy en día, ya que él también justificaba la guerra, pero a favor de los indígenas. Claro que a veces tenía sus contradicciones y creencias cuestionables, pero eso no quita el hecho de que dentro de un ambiente como el de la conquista haya sido de los pocos en reaccionar acerca de lo que se estaba haciendo. Acontecimientos parecidos suceden tiempo después, ya que, como dijo Amilcar, el imperio español perdió la gran fuerza que tenía y se convirtió en otro país más del mundo.

Con todo esto mi intención era reflejar el contexto histórico de las comunidades indígenas, visibilizando el hecho de que son personas que estuvieron en el mundo antes de que la invasión sucediera, que siguieron aún en este proceso y que siguen en la actualidad. Así como este linaje, costumbres y creencias persisten, aunque sea en minoría, también existen personas con pensamientos similares a los de los conquistadores y Sepúlveda, pero que con  una pequeña esperanza existen personas que coinciden con lo que decía de Las Casas. Aun así, es preocupante seguir viendo comportamientos agresivos en contra de las comunidades indígenas solo por ser indígenas, pues aún hay personas que piensan que son superiores. Y lo que es más preocupante es que no son solo las personas europeas las que se ven de esta manera, sino las mismas personas que también son provenientes de estos pueblos, aunque no sea de una forma directa, pero de alguna manera sigue siendo algo que no se quiere aceptar. Lo cual lleva a otro problema: el avergonzarse de una parte del ser (por así decirlo) y preferir lo otro (el “otro” bueno) que también forma parte de lo que somos ahora.

Lo que más quiero resaltar es el hecho de que hay personas que pensaron y piensan de cierta manera, pero que con el pasar del tiempo se ha deconstruido ese pensamiento que ha hecho tanto daño por mucho tiempo. 

Comentarios

  1. Buen esfuerzo meditativo sobre la invasión y el dominio colonial. El título habla de resistencia indígena, pero esto no llega a abordarse. Hay oraciones un poco complicada de entender. Ojo con eso.

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