Desligarnos del sistema como forma de lucha
El llamado “problema del indio” es un conflicto debatido y analizado por diversos pensadores. Entre las diferentes perspectivas que han surgido, se encuentran aquellas que culpabilizan al indígena como grupo social por los problemas en el desarrollo de los países. Esta visión, aunque ha sido objeto de críticas debido a su simplificación, falta de profundidad y al formularse desde ideas blancas, racistas y clasistas, ha tenido un impacto significativo en ciertos sectores de la sociedad. Además, se ha abordado el problema desde una perspectiva más social y política, así como desde un enfoque económico, reconociendo las complejas interrelaciones entre estos aspectos.
José Vasconcelos abordó este tema desde la noción del mestizaje como una solución para superar las deficiencias percibidas en ciertas razas. Vasconcelos cree en la creación de la raza cósmica, siendo esta una raza definitiva, una raza que reúne lo mejor de todas las razas, esta fusión representa un ideal de progreso y de superación. Vasconcelos ubica el punto de inicio de este mestizaje en América, en el proceso de invasión (o como él la llama, la conquista).
El autor reflexionaba acerca de un criterio estético, el cual sería el criterio por el cual se dará la fusión entre razas. En palabras de Vasconcelos “Las leyes de emoción, la belleza y la alegría regirán la elección de parejas”. Esto lo lleva a decir que “Los muy feos no procrearán, no desearán procear”. Vasconcelos también dice que el mestizaje se dio por el “exceso de amor” en el proceso de conquista, sin embargo, sabemos que eso a lo que él llamó exceso de amor fueron violaciones como método de guerra. Las propuestas del autor son conflictivas en la actualidad, si bien intentaba romper con la idea de la superioridad racial y del darwinismo social, Vasconcelos aún reproducía estereotipos y prejuicios arraigados en la sociedad y en su época.
El pensar en la creación de una raza que contiene lo mejor de todas (y por tanto, elimina lo que no favorece) lleva a la idea de la existencia de razas que contienen más características superiores y favorables que otras. Esta idea es peligrosa porque podría justificar las invasiones, las conquistas y la opresión. Tal como lo vimos en el caso del considerar exceso de amor a las violaciones dadas en el proceso de conquista. El autor dejó las bases y abrió las puertas a pensar fuera de una supremacía racial, aunque seguía recayendo en ideas eurocéntricas y enfocadas a la blanquitud. Vasconcelos insiste en la idea de una homogeneidad racial para superar todos los problemas que surgen de la raza y para desarrollarse como sociedad.
Por otro lado, José Carlos Mariátegui trata el problema del indígena desde un enfoque completamente diferente. Este autor se desliga de la idea de que el problema eran los pueblos indígenas como grupo social. El argumentó que la marginalización y explotación hacia los indígenas era resultado de un sistema económico y social injusto. Mariategui muestra la importancia del contexto social/político/económico para el desenvolvimiento y funcionamiento de una sociedad. En lugar de ver a los indígenas como un obstáculo para el desarrollo, Mariátegui los consideraba como personas activas en la lucha por la liberación y justicia. A diferencia de otros pensadores que consideran “masas” y como grupos menos capaces de organización, Mariategui los reconoce como personas con capacidad de transformación y organización social. Es esencial considerar el enfoque marxista del autor para comprender su propuesta y poderla analizar.
Al reflexionar sobre el pensamiento de Vasconcelos es inevitable notar cómo el racismo se manifiesta de manera sutil y muchas veces encubierta en la sociedad contemporánea. Se evidencia en los discursos que buscan homogeneizar a la población, en los intentos por definir una supuesta superioridad racial y en el persistente deseo de "mejorar la raza". Estas formas de discriminación, aunque menos visibles que en épocas pasadas, continúan operando en las estructuras sociales y requieren una atención constante. Por otro lado, la visión de Mariátegui se hace presente en la organización y las luchas sociales que emergen en respuesta a estas formas de opresión. Su enfoque en la organización de los pueblos y en la búsqueda de la justicia social sigue siendo relevante en el contexto actual. Mariátegui nos recuerda la importancia de la acción colectiva y la solidaridad en la lucha contra la injusticia, así como la necesidad de comprender los problemas sociales desde una perspectiva estructural y sistémica. La Raza Cósmica y Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana se publicaron con solamente tres años de diferencia, por lo que podemos ver la diversidad de producción y de enfoques a los problemas sociales en una misma época.
La comparación entre ambas perspectivas nos lleva a cuestionar nuestras propias ideas acerca de la identidad, la justicia y la igualdad. Nos hace ver con más relevancia la necesidad de reconocer las formas de discriminación y opresión que aún perduran en nuestra época. La lucha por la libertad es un proceso constante de deconstrucción personal y colectiva. Junto con esto, siempre se debe tomar en cuenta la interseccionalidad de las luchas, entendiendo que las formas de opresión se entrelazan y se refuerzan mutuamente. Debemos deconstruir espacios, actitudes, acciones, discursos, e incluso el lenguaje como lo utilizamos para desligarnos de los sistemas opresores.
Excelente comparación entre Vasconcelos y Mariátegui con el ojo puesto a la comprensión y tareas del presente. Texto claro, conciso, lógicamente hilvanado.
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