Conflicto de Identidades
En un mundo cada vez más globalizado y multicultural, la identidad personal y
colectiva se convierte en un campo de batalla ideológico y emocional. Un
ejemplo claro de esto es la situación actual en universidades de Estados
Unidos, donde estudiantes están redescubriendo y reformulando sus identidades
en respuesta a los conflictos territoriales entre Gaza e Israel. Este fenómeno
no es aislado y encuentra paralelismos profundos con las luchas de identidad en
Guatemala, como se analiza en el libro de María Jacinta Xón, "Entre la
exotización y el Mayametro".
Xón explora cómo las identidades guatemaltecas han sido constantemente redefinidas
a través de la historia, primero por la invasión española que impuso una
jerarquía cultural y racial opresora, y luego por las reconfiguraciones
sociales postcoloniales que incluyen la invasión, la caficultura, la guerra
civil y los movimientos indígenas contemporáneos como en 1992. Estos procesos
han dejado una marca indeleble en cómo los guatemaltecos ven su propio cosmo
cultural, especialmente en relación con los pueblos indígenas, quienes han sido
empujados entre la marginación y la exotización.
En Estados Unidos, la situación es paralela pero única en su contexto. Estudiantes
universitarios, muchos de los cuales se identifican como parte de minorías,
incluidas las LGBTQ+, se encuentran en una encrucijada similar. Algunos optan
por vestimenta árabe y participar en manifestaciones en apoyo a Gaza, a pesar
de no practicar el Islam ni entender completamente la complejidad del
conflicto. Esta adopción de símbolos culturales puede ser vista como una forma
de solidaridad, pero también plantea preguntas sobre la autenticidad y la
apropiación.
Este fenómeno, descrito por Xón, resalta cómo las identidades son frecuentemente
adoptadas superficialmente, sin una comprensión profunda de sus raíces y
significados. Esto se manifiesta claramente en la adopción de la vestimenta y
simbología árabe por parte de estudiantes estadounidenses. A menudo, este gesto
es más un acto de resistencia política o una declaración de moda que una
verdadera alineación con los valores y riesgos asociados con dichas
identidades, especialmente teniendo en cuenta que en regiones como Gaza, las
personas LGBTQ+ enfrentan severos castigos, inclusive la propia muerte.
Además, el concepto del "Mayametro", discutido por Xón, ilustra cómo las
comunidades pueden usar criterios culturales específicos para medir la
"autenticidad" de la identidad indígena. Este concepto se puede
aplicar de manera más amplia para reflexionar sobre los criterios que se
utilizan en Estados Unidos para juzgar la autenticidad de la solidaridad y la
identificación con causas como la de Gaza. ¿Quién tiene el derecho de
representar o hablar en nombre de estas causas? ¿Cómo se mide la autenticidad
de su compromiso?
La respuesta a estos interrogantes es compleja. La identidad es variable yi
monolítica; es un constante devenir, formada por la interacción continua entre
el individuo y su entorno. En Guatemala, como en Estados Unidos, los individuos
y las comunidades e movilizan y negocian sus identidades dentro de marcos
históricos y culturales que son tanto impuestos como elegidos. En ambos casos,
la historia ha demostrado que la adopción de identidades sin un compromiso
genuino con sus implicaciones profundas puede llevar a malentendidos y a veces
al conflicto.
En conclusión, tanto en el contexto guatemalteco como en el estadounidense, las
luchas por la identidad y la autenticidad revelan las complejidades de vivir en
sociedades pluriculturales y las tensiones inherentes entre globalización y
localixsión, entre la solidaridad y la apropiación. Con el libro María Jacinta Xón nos hace reflexionar sobre estas dinámicas en Guatemala sino que también
ofrece similitudes en las cuales otras culturas pueden verse reflejadas y quizás,
mejor entendidas.
Buen esfuerzo, no solo por comprender la lucha identitaria maya, su sentido, tensiones y contradicciones, según la describe Xón, sino por tratar de extrapolarla a una situación muy actual. No sé qué tanto se trate de situaciones comparables, dado que la lucha y situación maya es algo propio que les concierne directamente y las acciones universitarias estadounidenses (y de otras partes del mundo) no son por su identidad étnico-cultural, o la de los gazatíes, sino en solidaridad con sus sufrimientos. Tal vez en un sentido muy distinto podría considerarse que parte de la identidad universitaria, o de la juventud en general, ha sido en tiempos modernos la toma de posiciones y acciones políticas contestatarias al poder (ejs. movimiento anti guerra de Vietnam, en los EEUU, movimientos estudiantiles guatemaltecos contra el régimen militar de los 60 a los 80, mayo francés del 68, masacre de Tlatelolco...). Pero igual, la identidad juvenil no es étnica, por mucho que se hable de culturas juveniles. Como quiera que sea, ensayás una comparación interesante.
ResponderEliminar